Los nuevos sistemas operativos que van apareciendo obligan a los antiguos a hacerse a un lado a los más antiguos y dejar paso a las nuevas generaciones. En 2013 Microsoft decidió no dar más licencias de Windows 7 Pro y Windows 8.1 a los usuarios, pero a partir de ahora tampoco venderá más permisos a los fabricantes de equipos para que lo lleven preinstalado. Se trata de un punto de inflexión en el que la estadounidense quiere todos adopten la última versión de Windows.
Esto ha sido anunciado en la web de la compañía, que da soporte técnico a estos sistemas y en la que se publican todas las novedades referentes a los sistemas: "Fin de las ventas se refiere a la fecha en que una determinada versión de Windows ya no se envía a minoristas o fabricantes de equipos originales como son Dell y Toshiba, que a menudo preinstalan el software de Windows".
Esto no significa que estas versiones vayan a desaparecer por completo, de momento quien lo tenga instalado en su ordenador podrá seguir usándolo y en el caso de que quieran adquirirlo, seguro que encontrarán la forma de comprarlo, ya sea por internet o por cualquier otro canal.
Esto ha sido anunciado en la web de la compañía, que da soporte técnico a estos sistemas y en la que se publican todas las novedades referentes a los sistemas: "Fin de las ventas se refiere a la fecha en que una determinada versión de Windows ya no se envía a minoristas o fabricantes de equipos originales como son Dell y Toshiba, que a menudo preinstalan el software de Windows".
A partir de ahora, Microsoft deja de vender licencias de Windows 7 Pro y Windows 8.1 y todos los ordenadores que se puedan comprar en la tienda llevarán Windows 10, la última versión de Windows, que fue lanzado al mercado el año pasado y que debía suplir las carencias del 8 y el 8.1, dos versiones que no dieron los resultados esperados a la compañía estadounidense. Las actualizaciones de Windows 10 podrán ser controladas desde Unified Update Platorm, donde ocuparán un 35% menos de espacio.A pesar de que ya no se vendan más licencias, habrá soporte técnico y actualizaciones del sistema para el Windows 7 Pro hasta el 14 de enero de 2020, mientras que para el Windows 8.1 la fecha se amplía hasta el 10 de enero de 2023, día en el que se suprimirá el soporto y ya no habrá más novedades. Las tres versiones que ya fueron dadas de bajar en 2013 tuvieron soporte técnico hasta octubre de 2014.
Hace ya tres años que la compañía con sede en Redmond hizo lo mismo y dejó de ofrecer a los fabricantes licencias del Windows 7 Home Base, el Windows 7 Home Premium y el Windows 7 Ultimate, así que era de esperar que la empresa hiciese lo mismo, más teniendo en cuenta que el 8.1 no ha funcionado tan bien como habían estimado.
Esto no significa que estas versiones vayan a desaparecer por completo, de momento quien lo tenga instalado en su ordenador podrá seguir usándolo y en el caso de que quieran adquirirlo, seguro que encontrarán la forma de comprarlo, ya sea por internet o por cualquier otro canal.